sábado, 19 de diciembre de 2015

BATALLONA 2013

O como aprender a base de golpes...

Una vez recuperado de la I Biosfera Trail y, lejos de rendirme o sentirme desilusionado por haber terminado el último en mi primera carrera por montaña, vuelvo a entrenar para volver a la carga el 7 de Julio en una carrera como no hay otra, La Batallona de Somiedo.

Se trata de una lucha entre asturianos y leoneses, por lo que hoy no corremos sólos, hoy corremos en equipo, hoy corremos por León pues me junto en Pola de Somiedo con amigos de la talla de Eduardo Flecha y Pablo, auténticos espejos en quien mirarme.

Tras llegar la noche anterior, cogemos un bus en Pola de Somiedo a las 9:00 de la mañana que nos subirá al Alto de la Farrapona para comenzar la lucha.




A las 11:00 y tras escuchar los himnos de ambos equipos, comenzamos.

Se trata de una carrera divertida, en la que se suben 500m y se bajan 1500m, desde el Alto de la Farrapona, llegaremos a Pola de Somiedo tras 23 km.

Al principio comienzo bien, ya que el primer tramo es bajada hasta que llega el primer repecho serio, alli tengo que echar las manos a las rodillas y aguantar como sea, sé que mi objetivo es disfrutar... y no llegar el último.

Poco a poco voy llegando arriba, estoy dosificando bien y según me dijeron esta carrera es mucho más sencilla que la Biosfera... además ... he entrenado tres meses bastante bien y eso suele dar resultado.

Una vez terminado el repecho llegas a un prado verde sin fin como sólo puede darse en Asturias, auténtico paraíso para los que nos gusta la madre natura.

Yo me veo fresco, he salido con cabeza y llevo desde el principio adelantando gente.

Casi a mitad de carrera empiezo a notar los primeros síntomas... es lo que tiene ser corredor novato, aprender a base de caídas en la certeza...

Me veo realmente muy muy bien, fuerte, confiado, disfrutando del recorrido y de la carrera como nunca, pues adelanto a rivales continuamente y me veo rápido, si puede decirse ir rápido a ritmos como los míos.

La segunda mitad de la carrera discurre cuesta abajo, en un falso llano que te facilita avanzar, y para mayor comodidad vamos corriendo al abrigo de la sombra que ofrece la arboleda.

En el último avituallamiento veo que, empujado por la emoción de hacer buena carrera, he aumentado el ritmo y en la parte final se me atraganta algún pequeño repecho. De pronto, oigo, a la gente reunida en Pola de Somiedo, jalear a los corredores que van llegando, quedarán como máximo 500 metros por lo que me dispongo a no perder de vista el suelo hasta pisar ya la primera calle de Pola, ahora si, aprieto y adelanto a un par de corredores más. Como he disfrutado, buena posición, sobre mitad de la tabla y buen tiempo que a priori, no me habia propuesto marca, pues no es mi estilo.

Es una satisfacción que no se puede describir con palabras esto de cruzar la meta, de hacer una buena carrera, de conseguir el objetivo marcado.




Nada más llegar, me encuentro con mis amigos Eduardo y Pablo, nos vamos a reposar los pies en agua que falta me hace. Alli brindaremos con agua mineral, a mi estilo!!!



Pd: Resulta que se me olvidó cortarme las uñas y, al no tenerlas bien cortadas y con las bajadas, los continuos impactos de los dedos con la parte delantera de la zapatilla, hicieron que llegara a dolerme muchísimo durante la carrera. Ya en meta me miré los dedos pues llegué a pensar que se me habían caído las uñas por el camino de tanto dolor que tenía. Cuando me quité las zapatillas tenían un color blanco que me hicieron sospechar que se caerían... 

Lo que no pensaba es que por la noche me tendría que tomar un calmante para el dolor pues ni rozarme las sabanas podía, y notaba cada latido del corazón en ellas, perdí tres uñas y dos quedaron malheridas... 

No he vuelto a olvidar cortarme las uñas antes de una carrera o incluso de una tirada larga.





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