sábado, 19 de diciembre de 2015

BATALLONA DE SOMIEDO 2014

... O cómo disfrutar de una carrera en la que la deportividad reina por encima de todo.


La llegada al Alto de la Farrapona entre niebla y lluvia no me hacían ser optimista.
El preámbulo de la prueba oscurecía el horizonte del equipo de León al ver como nuestro arco de salida (había un arco por equipo) se desinflaba al mismo tiempo que aumentaba de volumen el Himno de Asturias. Cuenta atrás y … comenzamos!!!




Tenía la certeza de que el miedo de algunos a caerse podía suponer verme atrapado en tapones por lo que el primer kilometro tenía que ser muy rápido y vaya si lo fue, 3’16”! quizá demasiado, comprobando que el primer repecho me hacía daño … Pero bueno, ya estaba hecho y había que seguir! Parecía que la carrera me iba a dar un primer premio, correr un par de minutos al lado de Salva Calvo, el capitán de León!


Después de un primer km rápido vendrían dos de subida durilla, pero no contaba con tener los gemelos a punto de estallar (llevaba 3km y mis gemelos pidiendo auxilio, no podía ser!!!) Entretanto primer avituallamiento, un trago de agua y a refrescar gemelos para seguir tirando y evitar los tan temidos tapones corriendo por una moqueta verde que parecía no tener fin.

En estas ya estamos en el km 7, atrapado entre un montón de gente que me adelantó y que ahora está jurando en hebreo porque se resbala y tiene miedo de caer. Miro el reloj y veo que estoy fuera del tiempo que me había marcado, hay que apretar pero con cabeza, vamos!!!

Tardo casi 22 minutos en hacer apenas 2km.
Mierda!!! a este paso no bajo ni un segundo del tiempo del año pasado ,2h20min y me digo “DE FORMA EPICA SIEMPRE ES MAS BONITO, A FUEGO!” En estas llego al segundo avituallamiento, mordisco de naranja y trago de agua, viene lo bueno!!!

Tras un kilometro de transición en el que las lluvias caídas no permitían correr con toda la alegría que me gustaría, entramos en la pista en el que un camino ancho con piedras. Aquí me voy a divertir, pensé cuando me veo con los huesos en el suelo tras un resbalón, me levanto rápido sin dar opción de que me adelante siquiera un corredor más, aquí soy yo el que adelanta y punto!!! Vamos!!!


Queda media carrera y de burro trotón hay que pasar a purasangre si quiero bajar mi marca.
Veo que tras la caída no me duele más que algún rasguño y empiezan a salir parciales de menos de 4,30”. Me digo a mi mismo, “baila con las rocas del suelo y vuela…”
La jugada sale de momento bien, voy mejorando el ritmo y observo un grupo de tres corredores que miran hacia atrás… Este es mi momento y cuando quiero darme cuenta estoy encima de ellos, aguanto el ritmo en un repecho pequeño y en cuanto comienza la bajada otra vez no dudo, los dejo muy atrás en apenas unos segundos.


Hay más gente adelante, a por ellos! Parece que me quieran esperar, pero yo no espero, no dudo, no perdono y ya quedan atrás también. Miro el reloj, sigo en el ritmo marcado y pierdo la cuenta de los que he adelantado, creo que voy mejor que el año pasado, pienso.
Llegamos al Valle de Lago, lugar donde me alojo, donde Nacho y su familia me tratan a cuerpo de rey. En el avituallamiento echo un trago de agua rápido y sigo con mi trabajo, he adelantado a muchos pero sigo sediento de sangre.

Lo primero es una pequeña cuestecilla hacia arriba que se transforma en una ligera piscina de barro hacia abajo, algunos dudan y eso les condena a ser adelantados irremediablemente, otros más al zurrón. Compruebo esta vez, con sorpresa que me faltan todavía 15 minutos para las dos horas de carrera y me quedan unos 5 km. Mejorar la marca es posible y a por ello me tiro a tumba abierta.
Los caminos anchos, con barro y piedras que me dan confiana y ni siquiera me molesto en pisar donde menos agua haya, por lo que, mientras algunos miran al suelo yo miro al siguiente corredor, que ya mira hacia atrás y que se sabe que no habrá piedad.


Durante los últimos 3km veo como la chispa se me apaga aunque sigo a mis humildes 4 minutos y poco, serán cosas mías. El ultimo avituallamiento está cerca, casi lo huelo, ya veo la curva de la carretera y acelero, adelanto a otros dos mas, me marco un 3´50” y me paro a beber agua. Han sido menos de 10 segundos y esos dos corredores me han adelantado, así que me lanzo a por ellos. Sin embargo mi pie izquierdo me dice basta, se queja entre alaridos de las terribles ampollas causadas por la humedad y algún mal apoyo (después me daría cuenta que además lo tengo bastante inflamado y amoratado).
Intento apretar pero no consigo darlos caza, los pierdo en la ultima bajada, me duele demasiado el pie y los cuádriceps los tengo muy muy cargados, cosas de vivir en la meseta…

Volvemos a salir a la carretera, donde adelanto a otros 5 corredores y me adentro en el último sendero, ya se oye a la gente en Pola de Somiedo rendir homenaje a los llegados, diviso el cementerio y a cuatro corredores desperdigados, miran atrás casi a la vez dubitativos, pero la duda y el perdón no caben en mi cabeza, adelanto a uno y antes de girar a la derecha ya cae el segundo, me subo a la acera para adelantar a otro y cruzo la meta.



Al final 2h5’45”, 15 minutos menos que el año pasado y 147 puestos más arriba, muy satisfecho! Ah, y con la victoria del equipo por primera vez desde que se abrieran las hostilidades deportivas entre León y Asturias. En esta guerra todos ganamos!!! Puxa Asturies, Puxa León!!!
Me encanta esta carrera!!!!



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